Antes de comenzar las clases de sistema económico mundial, pensaba que iba a resultar una asignatura de las más difíciles, pues creía que iba a estar muy, muy enfocada en la economía. Quizás se debía porque era algo desconocido para mí, aunque sí he cursado la asignatura de economía en bachillerato y también después en 1º de carrera… pero nunca fue una de mis favoritas, y por la que me esforzase demasiado. Vamos, que pensaba que iba a ser un desastre. Pero cuando empezaron las clases y el profesor nos fue explicando cómo funcionaba la dinámica de la asignatura, fue un gran alivio, adiós fórmulas, gráficas y números!!!. Lo que más me sorprendió es que esta asignatura tenía una estructura muy diferente al resto; no se trataba de estudiar de memoria un montón de datos o definiciones larguísimas e imposibles, sino que teníamos que investigar sobre el tema que nosotros quisiéramos.
Lo primero fueron los comentarios sobre noticias de actualidad, y debates sobre temas que nos afectan a todos. Nada que ver con una clase típica de economía, dónde escuchas, copias todo lo rápido que puedas e intentar entender qué es aquello que dice el profesor, sin mucho éxito.
Todos en clase hemos hablado mucho sobre el método que seguimos en esta asignatura, que es algo nuevo para nosotros, muy innovador, bastante práctico, que es muy útil para conocernos entre nosotros, una forma estimulante para acercarte al medio… etc. Pero sobre todo, es interesante tener experiencias de este tipo, porque por regla general esta clase de técnicas de enseñanza casi no son puestas en práctica en nuestra universidad, salvo casos excepcionales.
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